Las insulinas para el tratamiento y estabilización de la glucemia en medicina felina ha evolucionado mucho en los últimos 20 o 25 años. Hemos pasado de utilizar preparaciones que no siempre eran suficientemente efectivas o incluso peligrosas a las insulinas que podemos llamar “modernas” y que permiten de manera muy sencilla y casi sin hipoglucemias que el propietario pueda administrar sin miedo estos fármacos hormonales.
Actualmente, en medicina felina contamos básicamente con 4 insulinas que el propietario puede utilizar en casa. Estas son: la insulina mezcla de cristalina y amorfa extraída del cerdo, la insulina protamina zinc recombinante humana, la insulina humana glargina y la insulina humana detemir. De todas ellas la insulina protamina zinc recombinante y la glargina son las más utilizadas por los clínicos de nuestro país y también por el autor. Ambas insulinas son muy seguras y muy fiables a la hora de bajar de forma sostenida la glucemia en el gato diabético, sin embargo, quizás la mayor diferencia la tenemos, según los estudios actuales, en que la insulina glargina tiene más hipoglucemias laboratoriales pero paradójicamente muchas menos hipoglucemias clínicas. Si quieres saber más sobre cómo actúan cada una de estas insulinas, como las debes conservar, qué trucos utiliza el autor para evitar que los propietarios se confundan de dosis y puedan manejar satisfactoriamente a su gato diabético en casa, haz clic en la imagen para poder ver este práctico podcast.
