La gravedad y extensión de la lesión medular determinan la aparición de situaciones clínicas particulares y que presentan signos característicos como:
- Postura de Schiff-Sherrington: el paciente está en decúbito lateral, con hipertonía extensora de miembros torácicos (manteniendo la función motora voluntaria), hipotonía de miembros pélvicas con normorreflexia (reflejos espinales intactos) y tendencia a opistótonos.
- Shock medular: pérdida de reflejos espinales, actividad motora y sensitiva caudalmente a una lesión medular T3-L3. Se presenta como parálisis flácida, hipo/arreflexia y posible pérdida de sensibilidad caudal a la lesión.
- Mielomalacia: pérdida de sensibilidad profunda, migración craneal del reflejo del tronco cutáneo, instauración de signos de NMI en los miembros pélvicos, hipotonía del esfínter anal, afectación de miembros torácicos y finalmente dificultad respiratoria por debilidad de los músculos intercostales y diafragmáticos.